miércoles, 23 de octubre de 2013

Imja Tse 6.189 mts., días de cumbre.


primera parte del viaje y trekking de aproximación en:

http://pelegrinajes.blogspot.com.es/2013/10/trekk-everest-2013-imja-tse-6160.html

Día 22 de Octubre, Chukung 4.700 mts. - Campo Base 5.100 mts.:

Nos levantamos a las 7:00, hoy toca hacer la mochila ya que nos vamos para el campo base, aparentemente me encuentro bien y Juanjo también, ya está bromeando. Tras retirar la cortina de la ventana al fondo veo el Imja Tse reluciente y me entra un escalofrío por todo el cuerpo, se lo digo a Juanjo y ambos lo admiramos desde la calidez de la habitación.

Metemos las cosas en el petate y hacemos la mochila de espalda lo más ligera posible, el desnivel es poco unos 250 según el guía y unos 400 reales, el itinerario no nos va a suponer mucho esfuerzo (o eso creíamos).

A la hora establecida vamos al comedor, la claridad ya entra con fuerza por las ventanas impulsada por la nieve y nos sentamos donde el día anterior, sólo faltan Alberto y Miriam que se hacen esperar. Entonces Miriam entra por la puerta visiblemente afectada y con una mala noticia., la preguntamos -¿qué pasa Miri?, y nos responde: -Alberto, está mal, ha pasado la noche fatal y no ha pegado ojo, ¡joe qué rabia!-. Nos quedamos perplejos los cuatro y entra Alberto por la puerta. Aparentemente se le ve bien, no tiene mala cara pero pronto nos comenta su situación. Nos explica que ha pasado una noche que no se la desea ni a su peor enemigo, se ha levantado varias veces a "potar" y no ha podido pegar ojo.
Nuevamente la altura le ha pasado una mala jugada, no es la primera vez que le ocurre, todos lo sabemos pero hasta día de hoy parece que todos íbamos de una forma similar aclimatando.

Desayunamos con la noticia revoloteando sobre la mesa y es que Alberto no puede ni siquiera desayunar, su decisión está tomada y es la mejor, va a descender hacia Dingboche por que su cuerpo se lo pide, es la mejor manera de tratar los síntomas derivados de la altura.

Tras el desayuno nos despedimos con tristeza pero la vida sigue y hay que continuar, son cosas que cuando uno viene a estos sitios ya tiene en cuenta que es muy posible que ocurran y nunca se sabe a quien le pueden tocar.

Los 5 restantes partimos de Chhukung con un ritmo fuerte con los dos guías hacia el campo base, los guías son hermanos y han ascendido unos 10 picos de 8.000 metros entre los dos. Nos llevan con ritmo militar desde un inicio, mientras comenzamos a caminar entre morrenas y glaciares por una senda limpia de nieve en forma de trinchera, a los lados unos 30 centímetros de espesor.


 Por el fondo del valle asoma el Makalu tras el Baruntse y dejamos a la izquierda la pared Sur del Lhose y del Nupse, estamos hablando de montañas de 7.000 y 8.000 metros, lugares inolvidables en definitiva.


El comienzo ha sido frenético y pronto nos hemos montado en lo alto de una morrena para dirigirnos hacia el Este. El Island Peak o Imja Tse ya se ve muy cerca, el objetivo final está a menos de 24 horas y el cuerpo empieza a entender que mañana puede ser un día grande, todas las energías de una temporada concentradas en un sólo día.


Abandonamos la parte alta de la morrena del Glaciar del Lhotse para descender a una pequeña depresión, que nos lleva en línea recta a la base de la arista Suroeste del Island Peak donde está la Laguna de Chokarma, estamos ya a 5.000 metros y se nota bastante la altitud, más que la altitud notamos que vamos demasiado deprisa y el corazón está a pleno redimiendo bombeando sangre.

al fondo el Lhose
La laguna está cubierta de nieve por lo que pasamos por la planicie en dirección al campo base que se puede apreciar al final del llano, este camino se nos hace interminable y por si fuera poco nos para un hombre de habla inglesa subido a una piedra y como un profeta nos dice lo siguiente: -No subió nadie ayer al Imja Tse, en la zona del "plateau" no hay huella abierta y las cuerdas fijas están ocultas bajo la nieve, hay que estar muy muy fuerte para abrir la huella y hacer cumbre-. Si ya de por sí el camino estaba siendo duro, esto nos terminó de bajar la moral, aunque quien sabe si podíamos ser nosotros los primeros-.


La altura nos hace mella y llegamos muertos al Campo Base situado a 5.100 metros, además nuestra agencia es la última por lo que pasamos por decenas de "iglús" amarillos de the north face hasta llegar a nuestra zona, donde hay instalada una tienda más grande como comedor. Nos reciben con un té como es costumbre y bajamos las pulsaciones sentados en las sillas, después nos traen algo de comer.

A mi me duele la cabeza bastante, Miriam y Cordeiro están igual y Jacobo no contesta directamente, intento tras la comida darme una vuelta para ver si el dolor se alivia y me dirijo hacia el inicio del ascenso de esta noche por terreno llano, cuando llevo unos 100 metros me doy la vuelta, prefiero descansar ya que con los latidos del corazón me duele más. Nos tomamos una aspirina y nos metemos en las tiendas de campaña a descansar, con el solecito exterior hay buena temperatura interior que nos permite estar relajados y semi-desnudos sobre los sacos, mientras hacemos la mochila para el día siguiente, graduamos los crampones y organizamos toda la tienda.


 Le digo a Juanjo que si me encuentro mañana así me quedo en la tienda y me dice con guasa, que si va a tener que tirar mañana de mí. (de los seis del grupo, nosotros dos hablamos de bajarnos juntos si a alguno le ocurría algo).

Juanjo, la verdad, es el único que mantiene un poco viva la llama del grupo, está bromeando y un poco entre risas se nos van pasando los dolores a lo largo de la tarde. La verdad que la zona es un tanto precaria con tanta nevada, las tiendas se encuentran separadas unas de otras por varios metros y por medio hay grandes cantidades de nieve acumulada cercanas al metro de grosor, los caminillos entre tiendas están llenos de barro y esto hace que el ir de tienda en tienda sea un tanto engorroso, pero te acabas acostumbrando al lugar.


Por la tarde sobre las 16:00 bajan dos grupos de españoles y nos comentan que han hecho cumbre, un grupo de dos y otro de tres han hecho cumbre, ¡bien!, tenemos huella abierta. Nos comentan algunas cosas del ascenso y unos de ellos nos dicen que han sido los primeros en los últimos 10 días tras las nevadas, su guía nepalí se merece un monumento en Namche por como ha abierto la huella y desenterrado las cuerdas fijas y nos comentan que hay un par de zonas técnicas y las grietas están muy abiertas. Nos cambia un poco la visión y renace la llama de la ilusión por la cumbre. ¡a por ella!

Tras la cena con un grupo de franceses, el sol se mete por el valle, nos deja las últimas luces naranjas hacia el Baruntse y la temperatura cae en picado, el termómetro baja de 0º en cuestión de minutos y aquí cuando es de noche solo existe un destino: el saco de plumas, además a la 01:00 de la madrugada hay que levantarse.

Baruntse

Con el suave "susurreo" francés y los pies fríos, caigo en mi propio sueño.

Dia 23 de Octubre; día de Cumbre, Imja Tse 6189 metros.

Sueño de un par de horas, después veo pasar las 22:00, 23:00 y las 00:00 el reloj interior marca -7º, así que ni me imagino lo que puede hacer fuera, miro al Juanjo que ha dormido mal todos los días y hoy ni se inmuta, vaya tío. Además hay alguno roncando por fuera.

Por fin son la 01:00, oigo la gente levantarse y hacemos lo mismo, despierto a Juanjo que ha pasado su mejor noche, ¡y yo sin pegar ojo!. Pero la verdad que por otro lado ya no me duele la cabeza y me encuentro bien aparentemente, es uno de esos momentos en los que llevas pensando mucho tiempo y que suele tener algo de especial, el famoso: día de cumbre.

Junto a los franceses acudimos a la tienda comedor, allí bien apiñados y pegados unos a los otros desayunamos a la luz de los frontales, un buen vaso de café solo me espabila, mientras Jacobo en frente mía se intenta comer un "porridge" británico que ha pedido sin saber ni lo que era y que trata de aderezar con azucar y café en polvo. Otra aspirina al canto, esta de manera preventiva.


Tras el desayuno cogemos las mochilas de ataque, son las 02:00 y terminamos de vestirnos, guardamos los plumas y partimos con el guía en cabeza por el camino que había intentado pasear el día anterior, Juanjo se queda rezagado de un inicio y a Miriam se le viene un par de veces el dichoso "porridge" a la boca con ganas de vomitarlo. Comenzamos como habíamos terminado la jornada anterior, con máxima agitación.

A la luz de los frontales recorremos un tramo de itinerario sin desnivel para situarnos a los pies de la ladera de ascenso inicial, aquí comienza la verdadera subida. La nieve cruje a nuestro paso, hay una considerable helada en la capa superior de la nieve y el reloj marca -10ºC. Por una pala de nieve de 30º de inclinación comenzamos a subir trazando zetas y siguiendo los rastros de otras huellas, el guía sherpa asciende demasiado deprisa y nos lleva con la lengua fuera, a veces la huella asciende bastante vertical y nos acelera más la respiración si cabe. Tras la primera hora de subida paramos en una pequeña terraza sin desnivel, hemos subido los primero 100 metros hasta los 5.200 metros y necesitamos parar para coger algo de aliento.


Hace bastante frío y sobre todo tenemos problemas en las manos, yo saco los guantes de gore y me los voy a poner sobre los de polartec y el resto se encuentra bastante bien, parece que la altura nos está dando una tregua a la cabeza, así que tras 5 minutos de parada continuamos. La pendiente continúa aunque uno se va acomodando al ritmo y al paso de la huella abierta, así y tras la segunda hora de recorrido llegamos a los 5.400 metros donde paramos de nuevo, bebemos agua y el frío se acentúa, estamos en -13ºC y no se puede parar más de 3 minutos ya que te quedas helado, parece que esto marcha sólo Miriam nos comenta que tiene ganas leves de vomitar, pero continuará.


Con los frontales alumbramos hacia arriba y parece que la ladera continúa, aunque vemos una zona rocosa por encima. Ascendemos por la pala que ya tenemos cogida la medida y mediante giros a derecha e izquierda ganamos altura y metros a la montaña, vemos que nos estamos adentrando en un estrecho corredor entre espolones rocosos que se estrecha a tal punto que se convierte en un metro de anchura y con una pendiente considerable. Finalmente la nieve desaparece y llegamos a roca, viene un tramo delicado en forma de embudo en donde la roca tiene hielo que brilla al alumbrarlo con los frontales, tenemos que extremar precauciones y hay que salir por unas terrazas hacia la parte derecha.


Tras salir de la zona delicada, vemos que hay unos hitos y el itinerario ahora no gana altura sino que mediante unas terrazas se marcha hacia la derecha, atravesamos un corredor de nieve para llegar a otro espolón por el que esta vez sí ganamos altura por su misma espina dorsal.



 La sensación de vacío es grande y  lo comprobamos mirando hacia abajo con la luz del frontal y observando que no hay nada más allá. Hemos completado la tercera hora de marcha y realizamos una nueva parada en una gran terraza de roca, allí vemos que hay una escalera metálica y unos pequeños vivac, estamos a 5.600 metros y creo que esta zona era donde se montaba antiguamente el campo avanzado del Imja Tse y que actualmente está prácticamente en desuso.

Tras la parada de algo más de 5 minutos, donde incluso como alguna barrita por ir cogiendo energías más que por que tenga hambre, todos nos encontramos bien, el ánimo ha crecido en el grupo y voy viendo opciones claras de hacer cumbre.

Partimos hacia arriba nuevamente, el espolón se ve impracticable e inclinado y nos pasamos al amplio corredor de la derecha por donde va la huella, la nieve está muy bien pero el corredor tiene unos 40º de pendiente, ascendemos unos 60  metros de desnivel por allí y nuevamente nos montamos en la misma arista que llevábamos mientras está amaneciendo. La primera visión de aquella zona y este amanecer jamás se me olvidará, no por ninguna montaña en concreto pero si por la magnitud del paisaje y la sensación de no ser nada en medio de hielo y nieve.



La verdad es que ahora el espolón está más tendido y se puede progresar bien, además con luz natural es otra cosa y progresamos de mejor manera mientras llegamos a los 5.820 metros donde se encuentra "crampon point", inicio de la zona glaciar y donde ,como su nombre indica, nos tenemos que poner los crampones.


 El glaciar es imponente y tanto a derecha como a izquierda los seracs que cuelgan son increibles, además el cielo acompaña tornándose de tonos violáceos y anaranjados por la fuerza del sol.


Llegamos más o menos regular a la zona, Jacobo viene un poco retrasado y Miriam tras preguntarla como está, me contesta que fatal y que viene un tanto mareada. Ahora tendremos un buen rato para ponernos los crampones y recuperar pulsaciones y energías. Hemos ascendido muy bien hasta aquí, hemos cogido a dos americanos que van por delante y los franceses que venían por detrás ya ni les vemos.

Yo termino de ponerme los crampones, arnés y sacar piolet, además aún me da tiempo para engullir un par de barritas, frutos secos, un power gel y beber agua en cantidad, mis compañeros aún están liados con los trastos y aprovecha para hacer fotos al Ama Dablam que nos muestra su cumbre iluminada por el sol, simplemente ¡ increíble!.


Los datos que teníamos del glaciar era que no hacía falta encordarse, pero el guía muy acertádamente me dice que sí, que este año estaba muy abierto, además los españoles ayer también nos dijeron que las grietas eran enormes. Le comento al guía hacer dos cordadas pero sólo teníamos una cuerda así que todos metidos en la misma, ¡toma ya!.
Al final descansamos casi 30 minutos, cosa que nos viene muy bien. A las 6:30 partimos por una loma rumbo a adentrarnos en el glaciar, en cuanto nos montamos en el mismo comenzamos a alucinar con las grietas, el corazón se nos encoje y los músculos se tensan en busca de la perfección en los movimientos.


 Pasamos junto a grietas muy profundas, afiladas aristas, contorneamos pequeños seracs y no puedo evitar pensar en escenas de los Alpes, además me da tiempo a hacer fotos ya que Jacobo viene tocado y nos hace parar cada pocos metros a toda la cordada.


Todo el itinerario glaciar supera todas las expectativas que tenía sobre él, me impresiona de verdad y ya el colofón final es un estrecho pasadizo entre grietas de una treintena de metros de longitud que más que asustarme me maravilla, esto es increíble, precioso.


Con un puente de nieve sobre una grieta cerramos dichas maravillas naturales, este tramo me ha dado alas, me encuentro muy bien y el cambio tan marcado de zonas de ascenso me ha hecho la subida bastante llevadera. Ahora estamos atravesando el gran "plateau" glaciar donde tenemos que parar a menudo para que Jacobo tome aire y beba agua, viene bastante asfixiado, ¡ay, esos kilos de más!.



Tras cruzar el tendido "plateau" llegamos a la base del corredor (zona de cuerda fija), esta vez en lugar de ascender a la izquierda hacia la depresión de la arista y recorrer la misma por su filo hasta cumbre, debido a unas grietas han trazado la línea de ascenso directamente a cumbre o a unos 10 metros antes de la misma y con ello está un poco más inclinado el corredor.
Son las 8:00 ya y llevamos 6 horas de ascenso, entre cuerdas y grietas, se me han pasado volando dos horas y ya nos encontramos a casi 6.000 metros de altitud, sólo nos queda ascender por la cuerda fija, ¡tenemos la cumbre hecha chicos!.


Nos restan 200 metros de cuerda fija, están divididas en 4 tramos de 50 metros y fijados al hielo mediante estacas fosilizadas. Primero va el guía y después tiro yo, llevan todos "jumars" excepto yo, que llevo un tibloc que para bloquearlo tengo que dar un golpe seco de muñeca que a menudo no basta porque resbala.
Por ello asciendo con el piolet en mano, que voy clavando para asegurarme, además de la línea de vida pasada por la cuerda.

Para ascender hay que realizar mucho esfuerzo, se coge poco oxígeno en cada bocanada y a cada paso tengo que parar y realizar varias respiraciones seguidas para descender las pulsaciones. El avance es muy lento, apenas 4 o 5 metros por minuto, pero la cercanía del final de la pendiente de unos 50º nos da ánimo.


Por fin llego a la última estaca del corredor, desde allí tan sólo me quedan recorrer los últimos 5 metros de arista a la cumbre.


Así tras una hora más de corredor llego a la cumbre del Imja Tse de 6.189 metros, donde están el guía sherpa y un americano con su sherpa, nos damos la enhorabuena y acto seguido miro hacia atrás en busca de mis compañeros mientras trato de recuperar el aliento tras 7 horas de ascenso. Veo que Juanjo viene detrás y 5 minutos después llega al punto más alto donde no entramos más de 6 o 7 personas. La felicidad nos inunda, el corredor nos ha costado lo suyo pero ha merecido la pena tanto esfuerzo, 5 minutos después llega Cordeiro y a otros tantos minutos Miriam, sólo falta Jacobo pero ni tan siquiera le vemos. Por un momento pienso que se ha dado la vuelta porque veo a uno descendiendo en el inicio del corredor, pero finalmente asoma el gorro ruso y el gore mammut que le caracteriza.

Mientras llega hacemos unos vídeos y fotos del resto de montañas, podría citar decenas de montañas situadas alrededor pero la cercana pared Sur del Lhotse eclipsa al resto, bueno casi a todo porque a mí me impresiona casi más el ver sendos glaciares por ambas vertiente que abrazan al Imja Tse y que con largas lenguas abarcan casi todo el valle, esto sólo lo había visto en reportajes televisivos de al filo.


Gran Pared Sur del Lhotse
30 minutos después de llegar, se aproxima Jacobo, va mal, cada metro se para y agacha la cabeza, le vamos animando diciéndole cosas y gritando su nombre, hasta que por fin llega a cumbre donde le dejamos coger aire. Le cuesta más de un minuto decir una sola palabra, va reventado y esperamos a que se reponga un poco para hacer una sesión fotográfica del grupo. ¡hemos cumplido el objetivo!. (días después me reconoce que se acuerda de pocas cosas de la cumbre).


Casi llevo una hora en la cumbre y aún nos queda lo más difícil que es descender, comienzo el primero por delante de los guías. Con la cesta vamos montando rápeles por las cuerdas fijas, tratando de evitar las cuerdas que usan los franceses que están ascendiendo en estos momentos. Algunas cuerdas están tan tensas por el peso del hielo pegado que cuesta bastante meter el rapelador, por lo que el último rápel lo realizo a lo bombero, sin seguro agarrado a la cuerda con los guantes, es el menos inclinado y me deposita en el "plateau" por donde desciendo unos metros para quitarme de la purga y la caída de hielo de las maniobras de mis compañeros de descenso. Me quito la mochila y me tiro boca arriba sobre la nieve para descansar.
Juanjo no tarda en bajar y repite operación, pero el resto de compañeros tarda bastante en llegar, aprovechamos para comer y beber mientras van llegando echando pestes del lío de cuerdas de subida y bajada con los franceses.


Descansamos todos e iniciamos el descenso, ahora vamos encordados porque viene el tramo glaciar que esta agrietado, en lugar de volver por el mismo itinerario y puesto que son las 11:00 de la mañana, descendemos por otro itinerario menos expuesto, en lugar de bajar por los estrechos puentes de nieve, bajamos por una cuerda fija un pequeño resalte y evitamos la peligrosa zona, para posteriormente perder altura por la bonita arista de nieve y llegar a "crampon point".


Personalmente me encuentro mejor, he notado mejoría con el descenso de altitud y la verdad que no he dejado de comer, Miriam y Jacobo también parece que estan mejor pero en cambio a Juanjo le ha dado un pequeño desfallecimiento, nos comenta que está sin fuerzas y además le duele mucho la garganta, no puede hablar, se le nota en la cara.


Ya sin crampones ni arnés, vamos descendiendo por la arista rocosa, la bajada es lenta y hay que tener cuidado porque las fuerzas van justas, además algunas zonas están expuestas y no conviene correr. Después nos adentramos al corredor ancho que tiene la nieve bastante blanda, nos hundimos bastante pero esto quizás nos da seguridad para bajar.

 

Nuevamente volvemos a la arista de roca, ahora toca el tramo de terrazas donde se encuentra el campo avanzado, allí hacemos una parada y volvemos a comer, el sol radiante calienta y cogemos temperatura mientras disfrutamos con las vistas y las aéreas terrazas por donde hemos ascendido.


Nuevamente tras coger algo de energía, deshacemos todo el itinerario de terrazas, vemos que hay algunos hitos que señalizan la zona por donde pasar, pero dudamos que pudiéramos haber seguido este itinerario solos sin guías por la noche. Hemos llegado al famoso embudo donde había hielo, ahora éste se ha derretido y secado y sólo tenemos que destrepar unas placas para llegar al nevero final. Nevero que se va ensanchando y que tiene casi 500 metros de longitud hasta el valle, la nieve está muy blanda y esto nos provoca varias caídas y resbalones, incluso a los guías pero no nos llevan muy lejos y nos volvemos a levantar para continuar con el trayecto.

Baruntse
Desde la pala de nieve, ya podemos ver el valle, nos quedan pocos metros y por arriba hemos perdido de vista a nuestros compañeros, nos hemos dividido en dos grupos y yo bajo con Cordeiro por delante, más bien la inercia nos deja tras 11 horas y media en el Campo Base, nos metemos en el comedor y pronto nos sacan un te, mientras van llegando nuestros compañeros pocos minutos después, ¡bien, cumbre conseguida!.

En la tienda comedor, vamos asimilando que hemos hecho cumbre y nos traen la comida, observamos que Juanjo y Miriam no están del todo bien, no quieren comer y en lugar de coger energías prefieren dormir, les obligamos un poco a comer pero no quieren y les digo que quizás nos conviene descender esta misma tarde a Chukung, por el hecho de pasar una noche más agradable en cama, con almohada, cenando un plato en condiciones, con estufa y sobre todo perder 400 metros más de desnivel. Juanjo me comenta que no es que no quiera bajar, sino que no tiene fuerzas para llegar abajo y realizar las tres horas de descenso. Van a descansar y dormir un poco hasta las 15:00 y entonces decidiremos el qué hacer.

Tras una hora, nuestras pulsaciones han bajado, vamos a ver como se encuentran los compañeros a las tiendas y parece que están algo mejor. No se deciden si bajar o no hacerlo así que creemos que es lo mejor para el grupo descender, por lo que vamos a decidir los que estamos mejor anímicamente. Parece que no nos cuesta mucho convencerlos de que vamos a bajar y con rapidez nos vamos cambiando de botas, camisetas y abrigo para descender a Chhukung, nuestros cuerpos lo agradecerán.

A las 15:15 estamos partiendo del campo base rumbo a Chhukung, el camino es llevadero, el paso de este par de días de yaks, porter y turistas ha ampliado la senda, pero esta está llena de barro.


 Vamos bordeando la cara Sur del Imja Tse, el glaciar colgante nos mira desde arriba, pero esta vez hemos vencido a la montaña. Además parece que a Juanjo el caminar le viene bien, así que vamos juntos cruzando el llano de la laguna de Chokarma Tsho y a buen ritmo en un día radiante en el que casi no se han levantado ni nubes.


El sol comienza a perder fuerza, eso se nota y la temperatura comienza a perder grados de su top, esto nos obliga a abrigarnos algo y aprovechamos para hacer alguna parada justo antes de montarnos en las morrenas alomadas. Este tramo como es de sube y baja nos cuesta más, los cambios de ritmo son continuos y el grupo se va alargando mientras el sol se mete definitivamente y tan sólo queda iluminada la gran pared sur del Lhotse y el Nupse.


Podemos ver ya abajo Chhukung pero aún nos queda media hora, me paro en varias ocasiones y veo como mis compañeros van llegando, trato de no perderles de vista, aunque están custodiados por los guías y porters que van por medio. Ahora más que nunca quiero llegar a la aldea y las piernas me van solas en esa dirección, las nubes se están comiendo Chhukung y la temperatura ha caído en picado, la sensación de frío se acentúa si contamos que llevamos 16 horas activos y las calorías consumidas habrán sido muchísimas.


Tras cruzar un arroyo por un puente de madera entro en la aldea, entre casas y lodges no tardo en encontrar el nuestro, ¡por fin en casa!, me quito la mochila y tras abrigarme espero a mis compañeros sentado fuera, no tardan mucho en llegar en 10 minutos estamos todos juntos nuevamente.

Celebramos la llegada, nos dan las habitaciones y entramos al cálido salón, la gente nos mira con caras raras y no nos quitan ojo, -debemos de tener unas pintas de muertos andantes!. El sufrimiento ya ha terminado, te caliente, estufa, y para cenar filete de yak, que Juanjo aún no puede asimilar, nos comemos su parte como pirañas, pero estamos todos bien aparentemente que es lo importante.

Esta noche aquí nos va a venir muy bien, así que ponemos el despertador para 10 horas después.....un descanso largo y merecido.

realizando entrada de la crónica de descenso de trekk en:
http://pelegrinajes.blogspot.com.es/2013/10/trekk-everest-2013-imja-tse-6160.html



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