domingo, 5 de julio de 2015

Arista de Salenques, (tramo 2: Tempestades - Aneto)

Parte 1: http://pelegrinajes.blogspot.com.es/2015/07/arista-de-salenques-tramo-1-forca.html

La noche no prometía ser espléndida, cumplía con las expectativas.
La repisa en cuesta me hacía resbalar sobre el aislante y colgar los pies en el aire de la terraza, luego tenía que hacer maravillas para cuadrar la espalda con el dibujo rocoso del suelo.
Vi pasar las 4, las 5, las 6, y por fin las primeras claridades tras el Margalida. Aún nos quedaba un buen rato para la hora pactada, pero entre el viento constante de la noche y la altura, me habían creado un leve dolor de cabeza que no me dejaba estar del todo cómodo allí.

Con la claridad en aumento, pusimos fin a la noche. Gayu había dormido mejor, pero estas noches lo interesante es descansar más que dormir.


Desayunamos y ponemos pacientemente todo de nuevo en la mochila tratando de hacerla compacta, ya que hoy va a haber “fiesta del funambulista” por la cresta con este viento, además los 10ºC nos obligan a abrigarnos.


Cuando terminamos, nos ponemos en marcha por la ladera pedregosa siguiendo algunos hitos que nos llevan a las proximidades de la cumbre. Allí nos encontramos preparándose a los dos catalanes que están en un buen vivac a pocos metros de la cumbre del Tempestades. (3.289 metros, 10 min.) 

Arriba nos hacemos las primeras fotos de la jornada con la 6ª cumbre de la cresta, hacia el Aneto se ve una cresta bastante afilada, pero lo peor es el fuerte viento de Sur, que si bien en el tramo del día anterior nos lo había tapado el propio Margalida, esta vez todo el itinerario va compartiendo vertientes Norte/Sur por una zona totalmente expuesta.



Arrancamos de nuevo y los catalanes nos siguen, continuamos los 4 destrepando un corto tramo pedregoso inestable hacia el Oeste hasta llegar a una afilada arista.

Con las manos por el filo y los pies por la vertiente sur, vamos superando en travesía un tramo, siendo azotados por el viento que nos hace en ocasiones perder el equilibrio o tener que parar antes de realizar algunos pasos.


Pronto llegamos a un primer gendarme que nos obstaculiza el paso, lo superamos por el sur en travesía o incluso perdiendo algo de altura por unos pasos que no necesitan de cuerda pero en los que hay que tener mucho ojo. 

Volvemos a la cresta de nuevo y llegamos a un segundo gendarme. Esta vez nos cambiamos de vertiente y pasamos a la Norte, allí todo es más cómodo sin el viento.


Con atención vamos contorneando el gendarme y ascendiendo nuevamente a la parte alta de la cresta hasta avistar el siguiente paredón de tonos rojizos que se trata de la Punta de la Brecha de Tempestades, siguiente tresmil a intentar.


Desde este punto vemos las dos posibilidades posibles; un diedro rojizo de Vº- y unas placas de IVº, decidimos entrar por el diedro.
Los catalanes nos adelantan, siguen por la derecha, por la zona de placas en diagonal hacia la arista (IVº), y lo hacen sin cuerda. Nosotros preferimos darle por un diedro fisurado situado también en la vertiente Norte que le dan de Vº-.

Largo 6º (Vº-, 12 metros):
A pesar del fresco nos calzamos los pies de gato y todo el material necesario para la escalada. 
En 5 minutos estoy preparado para el largo. El diedro de tonos rojizos tiene bastante fisura por donde proteger e incluso se atisba que el paso duro esta arriba en un bloque que tira hacia atrás.

Comienzo a escalar con buenas manos y pies por la parte derecha del diedro, repisas amplias donde pararse a gusto a proteger hasta llegar a situarme bajo el paso clave.


Meto un fisurero lo mas alto posible y tiro de pinza en una buena laja que sobresale y que tira un tanto hacia atrás. En cuanto puedo subir el pie derecho a un pequeño apoyo salgo por arriba por terreno mucho más fácil a una terraza con vistas a la vertiente sur y con unos cordinos como reunión.


Recupero a Gayu que asciende con rapidez y desde el lugar de la reunión, guardamos las cuerdas y nos ponemos las zapatillas para continuar unos metros hasta el punto culminante de la Punta de la Brecha de Tempestades, nuestro 7º tresmil. ( 3.274 metros ,1h 15min.).


Parece que el viento se ha calmado algo, aún hay alguna ráfaga fuerte pero en general se puede progresar mejor por el filo que a primera hora de la mañana.

Continuamos hacia el Oeste, hacia el Pico Aneto, donde ya podemos ver gente en la cumbre con su gran cruz, aún nos quedan un par de horas para llegar allí.

A los pocos metros llegamos a una pedrera bastante inestable que da acceso a la Brecha de Tempestades, no nos parece buena idea bajar por allí y preferimos dirigirnos unos pocos metros más por la arista hasta llegar a una nueva instalación de rapel, hay unos 6 cordinos, algunos viejos otros más nuevos y un maillón. Así que no nos complicamos la vida y montamos un nuevo rápel de 30 metros, hasta final de cuerda.


y aún así, destrepamos un tramo hasta llegar a la misma brecha donde un gran nevero aún aguanta las envestidas de estos días de verano tan calurosos, aunque hoy no lo está siendo.
 

Desde la brecha observamos por donde continuar, vemos una placas blanquecinas a la izquierda, más bien por la vertiente sur, pero nos parecen casi inaccesibles, según la reseña que traemos ya no hay más largos de cuerda, pero la cosa no se ve sencilla desde abajo, como tampoco se veía desde lo alto del rápel anterior.


Sobre el terreno buscamos restos erosionados del paso, observamos la única chimenea factible para subir y ascendemos por terrazas hasta acceder a la parte derecha de las placas.
Vemos que para continuar hay más que realizar una travesía a izquierdas bastante expuesta, tanto que los pies van apoyando por la placa y las manos por una fisura amplia. Se trata de un pasito interesante.


Nuestra primera impresión es que teníamos que haber sacado la cuerda, ese paso roza el IVº y es super expuesto, pero aún nos queda lo mejor. 

Tras superar la placa nos encontramos bajo dos chimeneas con fisuras ascendentes, parece que la más erosionada por el paso es la de la izquierda, así que subimos por ella. Tiene malas manos y los pies los vamos empotrando en el interior, otra vez que aguantamos la respiración para continuar, otro IVº que nos hemos fumado sin cuerda.
No entendemos la reseña de este tramo, la cuerda es recomendable a 100% en esta zona. 

Tras las chimeneas el itinerario es un tanto difuso, se ven dos gendarmes por arriba y varias posibilidades; así que miramos una foto que hemos echado desde el rapel anterior. El objetivo es pasar por una ventana en forma de agujero situada en la base del gendarme de arriba, así que una vez vista la foto localizamos el agujero. Trepamos por terrazas fáciles (IIº), hasta llegar a la mencionada ventana, que más que ello parece una puerta.


Pasamos por el interior y aparecemos en el borde de un pequeño abismo, parece no haber continuación, un poco más arriba hay unos cordinos que dan a la vertiente Norte, pero no sabemos muy bien que hacen ahí, ya que el itinerario prosigue por la vertiente sur según nuestras reseñas, la que llevamos.

El objetivo es mantener altura por una serie de terrazas para ganar unos canalizos una veintena de metros más allá, pero claro, llegar allí no es nada fácil.

Por una terraza aérea nos montamos para contornear un espolón donde hay un clavo, no usamos la cuerda pero nos metemos directamente con el cabo de anclaje al seguro para contornear el bloque y realizar el aéreo paso (IVº).


Nos encontramos otro paso de destrepe por dos canales que descienden de la cresta, y después una travesía de una dificultad mantenida (IIIº), para superar todo el sistema de canales donde nuevamente lo mejor hubiera sido tirar un largo de cuerda o bien progresar en ensamble. 


Nos estamos empezando a dar cuenta, que esta segunda parte de la cresta desde el Tempestades si bien las dificultades no son superiores a las de la jornada de ayer hasta el Margalida, si son más mantenidas y constantes. El itinerario es muy expuesto y no se podrian asegurar todos los pasos ya que nos eternizaríamos empleando muchas horas para realizar el tramo.

Es peor roca y ronda mucha parte del recorrido el IIIº y IVº. Algo más similar a las crestas que había hecho con anterioridad.

Tras superar la travesía, ascienden hacia la arista varias canales; unas verticales y otras en diagonal ascendente hacia la espalda del Aneto. La mayoría rondan un grado asequible IIº+ con algún paso de IIIº y todas te hacen parecer que te has perdido y te has vuelto a encontrar en numerosas ocasiones.


Nosotros hemos elegido una canal que nos ha llevado a las proximidades de la parte alta de la cresta. Casi arriba vemos que la progresión por el filo es muy irregular y preferimos utilizar varias terrazas para progresar hacia izquierdas y evitar los gendarmes de arriba.
Vamos empalmando algunos diedros y canales para llegar finalmente a la parte superior donde la cresta se ensancha y las dificultades desaparecen. Bueno aún queda algún pequeño paso.

 
La Espalda del Aneto está cerca y más bien por el flanco de Barrancs accedemos por terreno fácil y en una corta trepada a la 8ª cumbre del alpino itinerario. (3.348 metros, 2h 45min.) Ya nos queda poco.

Espalda del Aneto con el Anesto al fondo
Tras la pertinente foto cimera, la cruz del Aneto está cerca, descendemos por la arista, que ya se presenta dócil a una depresión y volvemos a subir a otra cumbre, parece un tresmil pero no tiene el suficiente collado respecto al Aneto, ni siquiera esos 10 metros de “protocolo tresmilero”. Algunos montañeros vemos que se hacen la foto allí pensando que es la Espalda del Aneto, pero están errando.

Nosotros llegamos al fin a la pedrera que precede el Aneto, el metal de la cruz va brillando y las personas que hay en cumbre son numerosas, en fechas veraniegas esto es otro rollo y hay otro tipo de gente en la cumbre.
 
Un abrazo con el Gayu y disfrutamos del momento; unos con sus cánticos, otros con sus banderas reinvindicativas, otros nos preguntan para bajar por Coronas y cada uno busca su rinconcito de cumbre para celebrarlo a su manera. Por parte de Gayu es su primer Aneto y por la mía el tercero de seis intentos; cada vez por una arista diferente. El Aneto es el Aneto y fuera de los meses veraniegos la dificultad es otra muy diferente.
(Aneto 3.404 metros, 3h 10min.)


Tras la celebración, me quedo sentado, comiendo y observando las celebraciones del resto, la gente llega muy emocionada. Da gusto observar las sensaciones y emociones de otros.

Es hora de bajar hasta la Besurta y aunque es lo más fácil técnicamente cuando se baja la guardia es cuando ocurren los accidentes así que iremos atentos a 100%.
Nos ponemos la mochila y hacemos el Paso de Mahoma, hay gente haciendo malabarismos a cuatro patas y otros de guardias de tráfico, indicando quien pasa. Nosotros no hacemos mucho caso a las indicaciones y paralelamente hay hueco de sobra para cruzarse, así que lo hacemos sin muchos problemas. -Quizás sea el Gayu de los pocos que sólo han echo el Paso de Mahoma de vuelta, jeje, buen dato-.


Tras el paso continuamos por la nieve, la pendiente no está muy inclinada, así que a pesar de llevar los crampones en la mochila descendemos por la huella abierta que ha formado buen camino. No tenemos muchos problemas y vamos perdiendo altura primero por la parte superior del glaciar y luego por el tramo que da acceso al Collado de Coronas. Aquí se ven dos huellas diferenciadas, la que va a Coronas y la que va al Portillón Superior, nosotros tomamos esta última mientras nos cruzamos, con padres con hijos pequeños, parejas de extranjeros, gente en zapatillas y pantalón corto y gente que sube en horario de tarde. En fin no estaba acostumbrado a encontrar esto en un pico tan majestuoso del Pirineo.
Mis respeto para todos ellos, a los que seguro que supone el pico de sus vidas.


Estamos bajo la Cresta del Medio (otra para la agenda), tenemos a pocos metros el único lugar donde se puede ver algo del hielo del glaciar, se trata parte de la zona inferior, ya que éste se dividió en dos partes hace unos años. 


La temperatura es muy alta y hace verdadero calor. Hacemos una parada antes de salir de la nieve para ponernos la manga corta, ya nos quedan pocos metros de nevero y el calor que hace en la zona del glaciar es exagerado.

 
Continuamos la marcha y nos adentramos en las primeras zonas con grandes bloques de piedra, hay hitos por todos lados, pero trato de llevar el itinerario por el que he pasado otras veces con nieve.


Atravesamos un par de neveros para tomar definitivamente la senda que nos lleva al Portillón Superior tras una corta subida.

Echamos la mirada atrás y nos despedimos el Aneto, será la última vez que lo veamos en este viaje, así que hasta otra.
El itinerario a seguir me despista un poco, normalmente se desciende a izquierdas bordeando la pared negra, pero vemos unos hitos que descienden por una canal. Mezcla a partes iguales de curiosidad y de no bajar por la inmunda pedrera o neveros de nieve blanda hasta la rodilla, tomamos este segundo itinerario ¡Sorpresa!.

Descendemos por la canal con nieve con cuidado hasta que unos hitos nos sacan de la misma hacia la derecha. Voy entendiendo que una estupenda senda nos lleva por encima de la pared negra que se avista normalmente desde el Refugio de Renclusa. Con el GPS nos cercioramos que la misma nos lleva a buen puerto y verdaderamente vamos disfrutando de la bajada.

Macizo del Posets-Perdiguero
Cada 300 metros de desnivel hacemos una parada en el camino, no queremos cargar los músculos de la rodilla y así tirar de ligamentos, así que vamos parando y disfrutando de todos los picos que nos rodean.

La senda va serpenteando entre prados alpinos y se dirige hacia el Portillón Inferior. Antes de llegar al mismo, pierde altura hacia el fondo del Barranco de Renclusa.


Zetas y más zetas que van pesando, los metros van descendiendo en el altímetro y más abajo van apareciendo restos de arroyos de la nieve, hay bastante agua por todos lados y los neveros de la subida normal aún son numerosos, llegando la nieve poco más arriba del refugio. -"Buena jugada la nuestra descendiendo por aquí arriba"-.

El Refugio de Renclusa, cada vez se va haciendo más grande y más grande, hasta que salimos al itinerario normal, ya en las proximidades del refugio. Desde allí sólo nos queda disfrutar y saborear de la casi victoria.


Hacemos una parada en el refugio y hablamos con Antonio el guarda, con el que tengo unas cuantas anécdotas que contar. Una cervecita para amenizar el descanso y continuamos pronto que si no se relajan los músculos y se desactivan.

Media hora más tarde partimos por el Barranco de Renclusa, la senda del itinerario normal hace unos giros que tampoco me suenan de mucho, normalmente bajamos directamente entre los pinos por nieve. Esta vez la senda serpentea más y baja más pausadamente hasta llegar a la parte baja del valle, donde nos reencontramos con el itinerario de subida del día anterior hacia el Forau de Aigualluts.

Sólo nos quedan los últimos metros, donde ahora sí nos pesa la mochila en demasía, menos mal que tenemos este precioso paisaje de rododendro y pinos negros para amenizar los últimos metros que nos llevan al techado de la Besurta a la espera del bus.
 
Allí terminamos un itinerario soñado muchas veces, y ansiado desde hace muchos años. Al fin y al cabo como suele suceder en estos momentos, somos los mismos que hace tres días y sabemos lo mismo que tres días atrás. Pero ya no tendremos la duda, la incertidumbre y la emoción de..........................¿como será la Salenques?

La vida del montañero es así, mañana no te acuerdas de esta cresta que tanto ansiaste, otras crestas vendrán y de otros itinerarios te enamorarás.
 
Fotos de:
Gayu Moyano
Daniel Pelegrina

Enlace itinerario wikiloc:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10189434

4 comentarios:

  1. Enhorabuena por conseguir la Cresta de Salenques. He pasado un poco de miedo viendo las fotos, pero me ha encantado conocer gracias a vosotros como es esta cresta de la que ya había oído hablar. Estupendo reportaje, muchas gracias y a soñar con el siguiente proyecto.

    Un saludo,
    Míguel.

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  2. Gracias. Sólo es proponérselo.
    Un saludo.

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  3. enhorabuena, yo también ando esperando el momento adecuado para acometer la Salenques, este verano estuve a punto de ir, pero se fustró. me ha gustado mucho seguir las dos partes del reportaje, me aporta más información para cuando me toque.
    felicidades Pele, hasta pronto
    Félix

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  4. Buenas Félix.
    Ya te sigo yo también tus andanzas.
    La verdad que la tenía demasiado mitificada a la arista.
    Para las personas acostumbradas a realizar escalada clásica es bastante asequible, ya que los grados de los pasos son graduados un pelín por lo alto, graduados más bien por alpinistas que no por escaladores.

    Y me sorprendió sobre todo el segundo tramo a partir del Tempestades, a priori más fácil pero más expuesto y similar a las otras, Llosars, Cregueña, etc..

    un saludo.

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