viernes, 9 de diciembre de 2011

VIGNEMALE parte 2, Pique Longe

Tras una agradable noche con más calor de lo pensado nos levantamos en Baysellance, no madrugamos mucho y dejamos que otros nos abrieran la huella hacia el Pique Longe. El cielo estaba un tanto encapotado pero las nubes eran altas y no iban a molestar mucho por el momento. Además la temperatura era muy agradable para la época del año en la que nos encontrábamos no bajando de 0º a 2700 metros.

Con las primeras luces del día partimos del refugio en dirección hacia el Barranco de Ossue, el sol parecía que quería salir por la zona de Monte Perdido y las caras Norte del Taillón, Astazous, Cilindro y demás picos fronterizos. Perdimos unos 150 metros de desnivel por nieve dura y bordeamos la Arista descente del Petit Vignemale para comenzar a avistar la depresión que forma y ha formado el Glaciar de Ossue.


Tras bordear la arista por los restos de camino en la nieve helada, perdimos un poco más de altura para situarnos en la depresión que el glaciar a comido al macizo del Vignemale y comenzamos a ganar altura rumbo al glaciar

 El sol comenzaba a subir y dejaba pasar algunos rayos de luz entre las nubes, mientras observábamos hacia atrás todo el Valle de Ossue con el Embalse en el fondo del mismo.



Fuimos ganando altura progresivamente buscando las depresiones de las morrenas, dejando de lado el camino de verano y pasando de las grietas no visibles del glaciar para llegar a superar casi los 2850 metros, cota en la que supuestamente caminábamos por terreno glaciar.


De las grietas y el hielo ni rastro, y lo que si comenzamos a divisar fue nuestro primer objetivo y principal del viaje, el Pique Longe de Vignemale. Hacia su base nos dirigimos por la parte alta del glaciar, más llana y que forma un plató bastante curioso. Tras llegar a su base divisamos que descendían un par de grupos y que comenzaba a caer bastante piedra, así que continuamos un centenar de metros más arriba del glaciar para iniciar el ascenso por un corredor menos transitado y donde no había gente.


Cada uno tiramos un poco a nuestro ritmo por la pala de 40º, eso sí siempre ayudando a "las chicas" que iban un poco más limitadas y despacio, pero que poco a poco superaron el tramo más complicado.


Tras el corredor de 80 metros a 40º con la nieve muy dura y alguna que otra placa de hielo salimos a la arista cimera, desde allí tan sólo nos quedaba caminar algunos metros hasta llegar al vértice donde disfrutamos del momento, del día y de la compañía.



Tras las pertinentes fotos no tardamos mucho en bajar, por lo menos en iniciar el descenso ya que montamos 3 largos de cuerda para que las chicas descendieran más seguras hasta la base del corredor y glaciar, donde los compañeros comieron apaciblemente.


Tras comer algo y descansar en pleno glaciar teníamos más ganas de marcha, así que hicimos dos grupos: el de "women on top" se dirigió hacia la Cerbillona y "los chicos" para la Clot de la Hount. Nosotros subimos directamente por un corredor situado entre el Pique Longe y la Clot de una inclinación de 45º.


Metros antes de llegar al collado, divisamos un pequeño hombro de nieve con una inclinación de 50º y hacia allí nos dirigimos montándonos en la pala cimera del pico, no sin antes tirar bastane nieve blanda hacia abajo.




Tras la última pala sólo nos restaban pocos metros para llegar a la cima del segundo tresmil de la jornada por una vía bastante curiosa en invierno. Allí nuevas fotos con el Vignemale de fondo.


Ahora venía la parte más entrenida de la jornada; la arista Sur de la Clot desde la cumbre se veía bastante afilada y nos pusimos a descender por ella. ¡qué gustazo descender por una arista así de nieve virgen con el viento soplándote! Pocas cosas dan una sensación tan salvaje. El inicio era fácil pero más allá de 50 metros la cosa se ponía curiosa, el track original de verano desciende al glaciar y bordea el tramo medio de cresta bajo las cuevas Russell,  -por algo será-.


La arista se afilaba un poco más, y varios pasos de roca ponían la pimienta a la arista, teniendo que descender con mucho cuidad, incluso llegamos a unas huellas de alguien que se había propuesto subir a la Clot de la Hount quedándose en el intento y dándose la vuelta por la arista al ver tal maravilla.


Por fin llegamos al Collado de la Cerbillona, justo en el instante que las chicas descendían hacia el Este al Pico Central. Después de la arista pasada, la arista Norte de la Cerbillona, no era nada y simplemente subimos por unas palas de nieve de forma muy bonita y similares a las dunas del desierto.


Tras pasar por la cumbre de nuestro 3er tresmil de la jornada, seguimos los pasos de las chicas y continuamos hacia el Este hacia el Pico Central, comenzando a observar los primeros precipicios hacia el Circo de Labaza y la salida del corredor de la Moscowa por donde salían 3 madrileños más.


Nuevamente en la cumbre del Pico Central nos juntamos los 8 integrantes del grupo y alguno más del grupo de los madrileños, y tras charlar un poco volvimos a separarnos equitativamente; 4 hacia el glaciar y el refugio y otros 4 nos dirigimos hacia el último tresmil de la jornada el Montferrat. Éste último estaba más lejos y para llegar a él, la cresta de la parte alta de la Marmolera del Circo de Labaza nos iba a suponer un buen obstáculo.


En un principio fuimos por la arista, pero cuando esta estaba bastante afilada, decidimos continuar por el lateral de la misma, algunos metros por debajo hacia la vertiente de Ossue, pasando así la zona más comprometida y llegando al collado divisorio del Pico Central y el Montferrat. Desde allí divisamos 2 cumbres y para llegar a ellas una especie de escalón rocoso (apodado como escalón Hillary por nosotros) y no sabíamos cual de ellas era la verdadera cumbre del Montferrat, . Primeramente seguimos unas huellas de unos vascos que habían subido a primera hora y pronto en el escalón vimos que se habían dado la vuelta, así que decidimos jugar nosotros.
Con las manos y piolet por encima del filo rocoso y del "verglas" y los pies buscando repisas superamos el afilado tramo inicial, éste nos llevó a una muesca en la roca donde salía un profundo y estrecho corredor hacia el Sur. Pasamos la zona y ascendimos por un tramo de hielo a 50º para salir a la cumbre de la primera de las cimas.


Como no sabíamos si era la cumbre principal (tras mirar posteriormente el gps si lo era), decidimos continuar a la contigua por un destrepe potente y una posterior arista que finalizaba en pala y en la cumbre anexa. Donde paramos por unos minutos para poner fin a las cumbres de tresmil metros (5 por hoy).


Para descender en un principio pensamos en bajar por la arista Este del Montferrat que nos llevaba más abajo del glaciar, pero desde arriba no parecía muy recomendable, así que deshicimos nuestros pasos y volvimos por el paso de roca para llegar al collado entre cumbres y descender por las palas hacia el Glaciar de Ossoue.


Durante el descenso el cuerpo ya pedía comida en una jornada que se alargó hasta las 8 horas y media y con unos 1300 metros de desnivel. Por fin nos juntamos en el refugio con nuestros compañeros para pasar una tarde noche amena y disfrutona cada uno con sus bonitas rarezas.



HAY CRÓNICA DE LA JORNADA ANTERIOR Y POSTERIOR.



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