jueves, 23 de enero de 2014

Chimborazo 6.300 mts., Ecuador


Comienzo y aclimatación: http://pelegrinajes.blogspot.com.es/2014/01/volcanes-de-ecuador-arranca-la-aventura.html

Estamos en Baños, he quedado a las 11 con el guía Abraham, antes de esa hora he estado haciendo el petate y la mochila con todo lo que vamos a usar durante el ascenso. Como los refugios Carrel y Whymper están cerrados vamos a realizar el ascenso desde el "aparcadero" que está situado a 4.820 metros, desde ahí a la cumbre casi 1500  metros de desnivel.

La agencia nos ha dejado una tienda de campaña y una esterilla para dormir en el aparcamiento y hemos comprado algo para la cena, todo ello lo llevamos en el coche para las faldas del Chimborazo.

Para la ascensión se que van tres del grupo de polacos y supongo que alguna cordada más que nos encontraremos allí.

Tras las compras de comida salimos de Baños con el todo terreno, vamos rumbo a Riobamba donde queremos comer para luego dirigirnos al parque del Chimborazo situado a una hora y media de Riobamba y tres de Baños. En lugar de dirigirnos por la vía normal, Abraham me lleva por una carretera que sufrió las consecuencias del volcán Tungurahua en 2006, hay tramos de asfalto y otros de tierra volcánica, se llevo casas y campos y creó profundos barrancos, es digno de ver.


A la hora de camino un derrumbe en la carretera nos corta el paso, esperamos allí un rato y está la máquina trabajando a saber la hora que termina, detrás viene otro todo terreno, se trata de otro guía suizo que vive en Ecuador desde hace más de 10 años, es muy simpático y ya nos lo encontramos en los Illinizas, esta vez va también al Chimborazo con un americano de Virginia, uno de Singapur y un guía Boliviano. Bien!! algunos más para la subida. Tras saludarnos y presentarnos le preguntamos a los obreros si el derrumbe va para mucho y nos indican otra carretera que sale desde allí mismo, así que ambos coches nos dirigimos hacia Riobamba donde comeremos por el atajo.


El suizo va delante y le aprieta de lo lindo al coche, en la primera bifurcación se pasa el desvío, nosotros le pitamos pero nada, él sigue directo por un camino sin salida. Tras reírnos un rato, tomamos el camino bueno y en unos 50 minutos llegamos a Riobamba, allí nos metemos en un restaurante a comer, mientras observamos que el Chimborazo está cubierto por completo.

A mitad de la comida suena el teléfono, es el guía suizo, le dice a Abraham que además de perderse, alguna piedra ha averiado el coche y no puede llevar a sus clientes al Chimborazo. Abraham me pregunta, ya que soy el cliente y le comento que vamos a buscarlos y les echamos un cable.


Comemos y volvemos por donde hemos venido, les encontramos en la carretera tirados, cogemos toda la carga de los clientes y la metemos en nuestro coche. Atamos una cuerda de escalada de la bola del Toyota al eje del motor de su Ford y así a 40 a la hora recorremos unos cuantos kilómetros para llegar a Riobamba. Tras preguntar 10 veces por un taller donde poder dejar el coche, por fin lo encontramos y claro el suizo se queda allí con el vehículo.
Nos dice que ya se las ingeniará para subir al aparcamiento del Chimborazo a última hora, con otro coche o con el suyo arreglado.

Nosotros a las 15:30 marchamos rumbo al Chimborazo, con el coche cargado hasta los topes y los clientes del suizo.

Supuestamente el Chimborazo se debería ver desde Riobamba pero esta cubierto, no se ven ni las estribaciones inferiores. Además cuando tomamos la carretera del desvío hacia el parque sobre los 3.000 metros comienza a llover. ¡vaya panorama!. Llegamos a la entrada del parque situada a 4.200 metros y continua lloviendo, tenemos que montar las tiendas arriba a 4800 y no tiene que ser muy agradable.
Preguntamos a los del parque por la situación de la montaña, nos dicen que hoy no ha subido nadie porque ha estado nevando hasta las 10 de la mañana y se ha acumulado nieve a partir de 5.500 metros y que ahora posiblemente esté también nevando.
La cara se nos cae al suelo; ha nevado, esta lloviendo y tenemos a tres personas que no sabemos muy bien que hacer con ellos ya que tienen a su guía sin vehículo.
Finalmente en las nuevas casas del parque nos dicen que nos podemos quedar a dormir, allí tienen unas literas para los guardas y nos dejan alojarnos a los 5, el sitio está bien tiene cocina, nevera, microondas y camas para dormir las 5 horas que nos separan de las 23 de la noche la hora de levantarse. Poco después viene el guía suizo con el todo terreno, dice que ya arranca, era un cable cortado de debajo del coche, pero que ahora no funciona ni la radio, ni los parabrisas (aquí llamados plumas).


Cenamos juntos los 6, esto parece la ONU; un suizo, un ecuatoriano, un peruano, un americano, un Singapur (no tiene ni gentilicio) y un español. Ellos deciden levantarse a las 22:00, nosotros a las 23:00, vamos en 3 o 4 horas arriba, toque de trompeta.

La verdad que no se duerme mal en las literas, pero estos han tenido "cachondeo" a las 22:00, y no he podido dormir hasta las 23:00, se que el guía suizo ha estado hablando con el de Singapur y se ha quedado en la cama. Cuando nos levantamos le preguntamos: Are you fine? y se toca con mala cara el estómago. La primera víctima del Chimborazo. Bueno la primera no ya que ya se han quedado unos cuantos por el camino, como por ejemplo el grupo de polacos que de 6 que eran de un inicio tan sólo han venido 3.

Nosotros nos levantamos a la hora establecida y estamos desayunando, estamos vestidos con el equipo ya, por lo cual sólo es montarnos en el coche y subir hasta el aparcadero situado a 4800 metros. Entonces entra el suizo por la puerta, ha salido a llevar al guía boliviano y al americano arriba y vuelve para llevar al de Singapur al hospital, no vaya a ser apendicitis o algo parecido.

Salimos hacia el aparcadero, y desde el coche parece que por la parte izquierda se ven algunas estrellas, pero hay una gran nube en la parte superior y derecha de la montaña, por lo cual no vemos nada, además se ven las luces de los rayos de tormentas hacia el Oeste.

Llegamos a las 23:50 al aparcadero, allí vemos que hay tres coches más, uno es el de los polacos y los otros dos son de guías también, así que hay más gente en la montaña intentándolo. "¡¡Houston tenemos un problema!!", menos mal que Abraham tiene un frontal de repuesto porque el mío al estirarlo para ponerlo en el casco, han hecho mal contacto los cables y funciona intermitentemente.

INICIO DE MARCHA

A las 00:00 partimos del parqueadero situado a 4.820 metros. La senda sale hacia la derecha del volcán, se trata de una agradable camino con poca pendiente y balizado con piedras a ambos lados. Por arriba vemos lucecillas de los compañeros, contamos 6 cordadas bien diferenciadas y nos sacan algo más de una hora. A unos 40 minutos la senda termina en el Refugio Whymper a 5.050 metros, está en obras y lo dejamos a la derecha, para girar casi 90º hacia la izquierda y ascender levemente a una especie de llano donde me dice el guía que van a poner las tiendas allí en futuro mientras las obras perduren. Nosotros dejamos el llano a la izquierda.

Son la 01:00, ha pasado la primera hora de marcha y hemos ganado casi 250 metros, a este paso serían 6 horas a cumbre, pero me temo que hay tela que cortar por arriba, me encuentro bien tanto de coco, como de pulmón.
Continuamos ascendiendo por una zona pedregosa, ahora si hay buena pendiente, es de tierra volcánica y no muy estable, vamos zig-zagueando ganando altura hasta situarnos bajo unas paredes que nos cortan el camino (sobre los 5.140), allí nos ponemos los crampones, ya que hay algunas zonas con nieve. Realizamos una travesía a derechas ascendente por tramos de piedra suelta helada, otros con nieve y otros con hielo guarro.
Vemos una luz que desciende y que se aproxima, se trata de uno de los polacos que ha dimitido, nos dice que se van a dar la vuelta el resto porque viene mal tiempo, nos quedamos un poco alucinando pero las tormentas que llevamos viendo están en la costa y en la Amazonía y no parece que venga nada malo.

La verdad que no es muy agradable cramponear laderas heladas de 40º lateralmente ya que el crampón no clava bien "es piedra". Ascendemos por la parte derecha de las paredes, estamos en plena morrena y pasamos junto a bloques de hielo como casas, hay algún tramo que hacemos en fino hielo sobre roca con las puntas frontales, yo le digo que me pille bien a Abraham y él sube confiando mucho en mí. Creo que si me voy nos vamos los dos para abajo.

Llevamos dos horas y hemos ganado 500 metros de desnivel, vamos muy bien de horario y a pesar de que ese tramo es un tanto perdedor y guarro, la cosa pinta bien, parece que el cielo está aclarando y la nube que teníamos por la vertiente oriental ha desaparecido, se ven muchas estrellas. Ahora tenemos que dirigirnos hacia la izquierda totalmente a salir a un pequeño hombro situado a unos 5.400 metros de altitud. Caen piedras de arriba ya que es el cono de deyección de la parte superior del glaciar por donde van las otras cordadas, Abraham me ha dicho que este tramo es el más peligroso de la ascensión y no le falta razón. Tramos de nieve se intercalan en duros pedregales de grano fino helados en los que los crampones clavan poco. Con rapidez cruzamos toda la ladera y llegamos al hombro o collado donde hay una baliza clavada.  Estamos a 5.400 metros, nos quedan 900 metros de loma glaciar aún, con unos mantenidos 30-35º, hemos pasado las dos horas de subida y me encuentro bien físicamente y de cabeza. El primer tramo ha sido odioso y muy “sucio”.

En lugar de meternos al glaciar, aprovechamos un nervio rocoso para ir por el filo de la loma, allí vamos ascendiendo una sucesión de tramos sin nieve y otros con nieve dura para ir ganando altura. Tras la última zona pedregosa ya nos adentramos en el glaciar, vamos por el borde de vertientes que no alberga grietas y ascendemos por laderas de unos 30º, trazando zetas y siguiendo la huella de las cordadas que van por delante. Sus luces se ven más arriba, pero me parece que ya están muy altas, ¿será que yo no voy tan bien como los otros días?.

Siguiendo por la división de vertientes, llegamos a un pequeño resalte rocoso, es una trepada de 3 o 4 metros, que nos hace clavar puntas frontales y quitarnos los guantes para ascender agarrándonos a unos buenos cantos rocosos.

Hemos cumplido la tercera hora de ascenso, estamos a casi 5.600 metros y todo va bien, hace bastante frío (-4ºC) y tengo que parar a cambiarme los guantes de gore por los térmicos y a ponerme una capa intermedia bajo la chaqueta. En condiciones normales con esta temperatura no sería necesaria esta capa pero es que el ritmo es una respiración un paso, una respiración un paso, y el calor generado por el cuerpo a esa velocidad no le da para calentar el interior del gore.

Una cordada se ha dado la vuelta y vuelven hacia bajo, nos dicen que les duele la cabeza y que bajan. Nuevamente el Chimborazo es mucho Chimborazo.

Personalmente creo que vamos muy deprisa, hemos subido las tres primeras horas a más de 250 metros a la hora y a este paso creo que voy a llegar muy justo arriba. Trato de dosificar y en cada zeta cuando hacemos el giro paro a cambiarme de mano el piolet y el bastón, pero Abraham me dice que así no voy a ritmo y que las cortas paradas me van a perjudicar. La verdad que yo me encuentro más cómodo así pero bueno. Dejando unas grietas a la izquierda ya nos hemos montado en pleno glaciar que desciende por toda la loma del Chimborazo.

Este tramo se ha notado, estamos a casi 5800 y hemos ascendido a 200 metros durante la cuarta hora, creo que está bien y no me preocupa estar muchas horas ascendiendo, sino más bien, subir muy deprisa ya que el problema para una persona que vive a 600 metros realmente es la altitud. Hemos adelantado a la primera cordada de tres, creo que son ecuatorianos y continuamos hacia arriba por rampas ahora más inclinadas y que rondan los 35º, siempre trazando zetas. Son la 04:00 de la mañana y la nube que merodeaba por la parte Oriental se ha disipado, tan sólo se ven nubes bajas que por otro lado continúan reaccionando de forma tormentosa por la Amazonía.

Intento ir a un ritmo continuo pero para hacer eso necesito realizar dos respiraciones y un paso y así progresivamente, vamos bastante lentos y esto hace que comience a notar frió por el cuerpo, piernas y manos, me preocupan los de la mano derecha, ya que corre algo de viento de ese lado y llevo el piolet metálico y no el bastón que tiene espuma. Además la cabeza me está empezando a molestar al acercarnos a los 6.000 metros y es que se nota que en todo el viaje no he sobrepasado esta cota. Miro hacia arriba y aún se ve una larga pendiente, esto va a ser duro y necesito realizar alguna parada para comer y beber ya que me empiezo a notar flojo al llegar a la quinta hora de ascenso.

Tengo el tubo del camel helado, la temperatura está en -7ºC, y lo abro para beber, de seguido noto como si me estuvieran clavando un cuchillo en la garganta y es que llevo casi todo el ascenso respirando por la boca por la mucosidad del viaje y es que creo que las gramíneas están en su apogeo en esta época por aquí. Finalmente bebo algo, manteniendo en la boca unos segundos el agua mezclado con tang de mora, un sabor que no olvidaré en mucho tiempo. Además como unos dátiles “hacendado” y un par de barritas. -¡ vamos para arriba!-.

Continuamos el ascenso, ahora necesito tres respiraciones por paso, por momentos me encuentro cómodo en el ritmo pero el frío me recorre todo el cuerpo, hemos superado los 6.000 metros y nos estamos acercando a otra cordada, se trata de uno de los polacos (de los dos que quedan, ¡y empezaron el viaje seis!). Por momentos pienso en ponerme el plumas pero como sé que queda poco, voy a dejar de dosificar para darlo todo en estos últimos 250 metros de desnivel.

A las 06:00 de la mañana estamos llegando a los 6.160 metros, ya se ve algo de luz por el horizonte y al subir el ritmo parece que he solucionado el tema del frió, pero realmente no voy a ritmo y voy como un potro desbocado sin controlar respiraciones y pasos, demandando más oxígeno para ascender. Esto la cabeza lo nota y siento un empeoramiento en cuanto al dolor de cabeza.

Llegamos a las dos cordadas primeras se tratan del guía Boliviano con el cliente americano de Virginia que habíamos echado una mano con la avería del coche, y de Lucho el guía Ecuatoriano con la polaca la única mujer del grupo de Europa del Este y la que mejor andaba (ya nos lo dijo Lucho en el Pichincha). El último tramo debido a las nevadas del día anterior acumula 20 centímetros de nieve blanda y cuesta mucho abrir huella, por eso los tres grupos nos hemos juntado y estamos subiendo seguidos. Por si fuera poco es el tramo más inclinado del glaciar y se pone casi a 50º, que con esa nieve blanda se hace insufrible. La progresión es muy lenta y parece que no ganamos altura apenas y sumado a que las zancadas son totalmente irregulares el esfuerzo es elevado.

Lucho y la polaca paran paran para coger aire y continuamos el resto del grupo abriendo huella mientras ya ha amanecido, hemos ganado 50 metros de desnivel en media hora y hemos pasado los 6.200 metros. Supuestamente la cumbre está a 70 metros pero la pendiente se hace interminable y no termina jamás. Damos un poco más de nosotros mismos y parece que la pendiente va menguando, además la nieve ya no se ha acumulado tanto y tenemos que estar casi arriba.

Cuando lo normal es que la cumbre sea un hito o un promontorio, en este caso aparecen unas formaciones de crestas de hielo llamados “penitentes”, toda la parte superior tiene esta forma y veo que mis compañeros están sorteando los mismos, derecha e izquierda, arriba y abajo para llegar a la parte más alta de todas. ¡BIEN!, es la cumbre.

Por el terreno irregular la verdad que me cuesta mantener el equilibrio, pero llego arriba exhausto y me siento en una de las formaciones de hielo a coger oxígeno, hemos tardado otra media hora para los 70 metros. Nos felicitamos las tres cordadas e intentamos relajar las pulsaciones para disfrutar aunque sea unos minutos arriba. Se trata de la primera cumbre, la llamada Veintimilla con 6.270 metros, no es la más alta y no tiene nada arriba que así acredite el lugar.

Tengo una leve tiritona, estoy helado así que me pongo el plumas bajo el gore, además está saliendo el sol por encima de las nubes en el horizonte, los primeros rayos me reconfortan de sobremanera, en un segundo noto el calor en mi cara. Pero el dolor de cabeza es grande y trato de comer unos dátiles, además de beber agua y tomarme una aspirina (ya no voy a aguantar más voy a tirar de “drogas”).

Veo que Lucho y el guía Boliviano comentan de ir a la cumbre principal y Abraham me pregunta que tal estoy, le digo que mal que me duele la cabeza y dice: “mira el gallo se me ha vuelto pato”, mientras se ríen los otros dos guías amistosamente. Me pregunta si quiero ir a la cumbre Whymper y le digo que si, me he recuperado un poco en 5 minutos pero soy consciente de que esta decisión puede empeorar mi estado ya que a la cumbre principal situada a 6.300 metros hay media hora de caminata entre penintentes y no está abierto el camino, además hay que bajar un poco a una depresión y posteriormente subir hasta la cumbre.


Me encuentro con muy pocas fuerzas y se que en el descenso voy a necesitar de ellas, sobre todo en el tramo de abajo, más técnico. Pero me resisto a descender sin llegar a la cumbre principal y voy a tirar hacia allí cueste lo que cueste. Espero no arrepentirme.


Todos desencordados partimos hacia la cumbre Whymper, primero va Abraham que sabe por donde abrir la huella entre los penitentes y después vamos el resto, a mi me cuesta caminar entre ellos, son pasillos muy estrechos y sumado a que no ando muy bien de oxígeno me voy apoyando en las paredes de los bloques para mantener el equilibrio. Son pasos más bien de equilibrio y es justo lo que me falta, así que con el piolet me ayudo para ir tirando detrás de Abraham y Lucho, los guías.

Descendemos a la depresión de cumbre y posteriormente vamos ganando altura entre olas de hielo, parece que me cuesta menos que hace unos momentos y muy lentamente voy subiendo para llegar a la cumbre principal. Esta si está acreditada con una cruz de madera, un rosario y una vela, (y es que aquí son muy católicos). Nos felicitamos entre todos nuevamente y nos hacemos fotos unos a los otros, también ha llegado el último de los polacos con su guía. Al final ocho personas sólo hemos llegado.


Me siento algo mejor, incluso puedo bromear con mis compañeros sobre mi estado en la anterior cumbre, podemos ver el Cotopaxi al Norte y por abajo un mar de nubes que pocos picos más permiten ver. El paisaje es precioso y nos ha costado nada más y nada menos que 7 horas y media llegar aquí arriba, ha sido bastante duro. Y es que estamos en el punto del planeta más cercano al sol y más lejano al centro de la tierra, es un subidón.

Tras unas fotos a las diferentes direcciones me doy cuenta que no he traído las banderas, ni siquiera la mochila y es que he venido con la cámara colgada al cuello, ¡vaya fallo!. Por un momento me paro a ver a mis compañeros de otras cordadas la polaca está cansada pero el americano desde que ha llegado a la cumbre se ha agachado y tiene la mano en la cabeza, no abre ni los ojos y veo que lo va a pasar mal para bajar, pero bueno en realidad lo vamos a pasar todos. A ver que nos depara el descenso.

Comenzamos la vuelta entre los penitentes, voy esta vez el primero porque quiero bajar ya, y veo que he recuperado algo el equilibrio, el descenso a la depresión bien, pero el posterior ascenso a la cumbre Veintimilla me cuesta horrores y nuevamente tengo que parar varias veces para coger aire en los escasos 20 o 30 metros de desnivel, incluso me coge Abraham por detrás.

cumbre secundaria desde la principal (Whymper).
Nuevamente en la cumbre secundaria me siento junto a la mochila, como una barrita energética, un power gel, bebo agua y otra aspirina de regalo. Pronto me pasa Abraham la cuerda para que me encuerde, así lo hago y esta vez voy a ir delante. Acto seguido iniciamos el descenso, dejamos atrás los penitentes de la subida y pronto llegamos a la zona de nieve blanda, ahora bajar por aquí es una gozada y vamos perdiendo altura con rapidez por unas palas que ahora de bajada me parecen incluso de menor inclinación.

Me sorprendo a mí mismo, voy descendiendo bien con equilibrio a pesar de que el dolorcillo de cabeza se me ha quedado en en leve. Perdemos 100 metros, 200 y 300, la cosa pinta bien., ahora mí única duda es no perder las fuerzas ya que mi debilidad ha sido por la altitud. Así que cada 200 metros de desnivel o lugares con grietas voy parando a hacer unas fotos y como alguna barrita.


El cielo está azul y la pala la podemos ver díáfana, es preciosa la zona, tiene incluso menos grietas que el Cotopaxi y la zona verdaderamente peligrosa es la pedrera de abajo por expuesta a caída de piedras.

se observan los zeteos de subida hasta el collado de inicio glaciar.
En poco más de una hora hemos perdido 600 metros de desnivel, alcanzamos a otra cordada que se ha dado la vuelta en la cumbre Veintimilla y continuamos hacia abajo pensando en el tramo de destrepe de la arista. Pronto llegamos a él y me quito los guantes para destrepar los escasos 3 metros con buenos cantos. Ha resultado fácil y ahora por terreno pedregoso algo más blando que la ída vamos descendiendo hasta llegar a las proximidades del collado donde estaba la banderita.

Nuevamente vuelvo a comer algo y me quito ropa, el plumas, los guantes de gore e incluso la térmica intermedia van fuera. La temperatura ahora es agradable porque el sol está en todo lo alto. Por encima podemos ver los 900 metros de desnivel glaciar hasta casi la cumbre, ¡qué pasada!.

Ahora nos queda la zona más peligrosa, Abraham me dice que vamos a descender por otro lugar diferente a la subida y me va indicando cada pocos metros; las diagonales, neveros, rocas características, para exponernos de menor manera a la caída de piedras. Aún así este es el punto negro del Chimborazo y así lo puedo atestiguar, ya que a pesar de que la cordada anterior estaba a casi 300 metros por arriba, caían grandes piedras de manera muy peligrosa “bufando” a escasos metros.

trozos de hielo gigantescos, morrenas.
Parecía que ya habíamos salido de la zona crítica, ya podíamos ver el Refugio más abajo con sus obreros, pero aún teníamos que quitarnos de esta inmensa pedrera, pasando junto a grandes bloques de hielo como camiones, son los residuos morrénicos del glaciar que en cinco años ha sufrido un retroceso muy grande debido al calentamiento por las emanaciones del Tungurahua que está en frente. Nos dirigimos a zona segura para quitarnos los crampones y vemos allí sentado al guía suizo.

refugio Whymper en obras, situado a 5.050 metros.
Había venido de llevar al de Singapur al médico de Riobamba y le había dejado allí hospedado en un hotel. Después se había subido el al parque para esperar al Boliviano y américano. Ya le dijimos que podía esperar un par de horas más tranquilamente por que el americano estaba muy muy mal en cumbre.

Tranquilamente y mientras charlábamos nos quitamos los crampones y arnés y cuando grita el guía suizo: ¡cuidado!, una roca de grandes dimensiones había pasado a 10 metros nuestro. Esta claro que no había ninguna zona segura en toda la pendiente, así que nos despedimos y fuimos perdiendo altura por la pedrera para llegar a las proximidades del refugio, allí ya estaba todo hecho y tan sólo nos separaban 200 metros de desnivel al coche que bajamos tranquilamente hablando sobre temas varios.

Tardamos en descender desde cumbre 3 horas y media, ahora el Chimborazo se había mostrado ante nosotros y nos enseñaba su mejor cara: todo despejado.


Nos cambiamos en el aparcamiento, mientras vinieron varios guías de otros sitios a preguntar por la experiencia, y es que aquí hay un buen trato entre los 80 guías de la ASEGUIM, se ayudan cuando pueden, se pasan información e incluso clientes.


Estábamos listos y tras hacer unas últimas fotos al "Chimbo" arrancamos el Toyota para descender y salir del parque, esta vez en lugar de bajar a Riobamba, descendimos a Ambato, para acortar camino. Pasadas las 15:00 y buscando algún lugar para comer, descubrimos un asador al carbón y el estómago nos dio un vuelco. Paramos y nos pedimos unos filetes de lomo con sus correspondientes adherezos de patatas y ensalada. ¡Ahora sí!, le dije a Abraham mientras le decía el viejo refrán: “con el estómago lleno se piensa mejor”.

Desde allí nos separaban dos horas a Quito, pero la comida nos dio la energía suficiente como para mantener una charla filosófica sobre la montaña.

En Quito me hospedé en un hostel de montañeros, donde sus dos dueños son guías y me despedí de Abraham como se merece: con una cerveza en la mano. Y es que es muy curioso encontrarse a miles de kilómetros personas tan parecidas a uno mismo en cuanto a pensamientos, quizás la biblia empleada haya sido la misma: LA NATURALEZA Y LA MONTAÑA.

Otras reflexiones:

Han pasado ya algunos días desde mi vuelta de Ecuador. La verdad que ha sido un viaje muy sorprendente; lo que de un inicio parecía ser un viaje acoplado con calzador por los pocos días disponibles y con un destino casi obligado por disponibilidad económica, ha resultado ser uno de los mejores viajes que he realizado por las montañas del mundo. 
La topografía volcánica de Ecuador es totalmente diferente al resto del mundo, no conozco muchos sitios, o realmente más bien pocos en los que puedas subir con el coche por encima de los 4.500 metros, en los que tengas refugios a alturas cercanas a 5.000 metros y sobre todo en los que con pocas horas de diferencia puedas estar en una cima y en un restaurante tomándote una parrillada.
Por si fuera poco, además Quito la capital, situada a 2.800 metros de altitud, sirve como base de operaciones ya que todos los volcanes no están a más de 3 o 4 horas desde allí. En definitiva un destino muy recomendable del que me llevo un recuerdo inmejorable.


4 comentarios:

  1. Tremendo Dani, una más para la buchaca, y de las gordas!!
    A seguir escribiendo peleas ;)

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  2. Enhorabuena por la actividad y por el blog Dani. Me parece muy bueno.
    Me gustaría consultarte algún detalle del viaje. No veo cómo contactarte, si pudieras darme tu email o escribirme a
    alrali75@hotmail.es
    te lo agradecería. Un saludo

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  3. Buenas Dani!, me gustaría consultarte varias dudas que tengo; voy un mes a Ecuador y me gustaria subir algun volcan, te dejo mi correo jmcano85@hotmail.com
    Muchas gracias! Un saludo

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  4. Www.kostraskills.blogspot.con

    Saludos. Te dejo mi blog donde también subimos al Chimborazo. Muy divertida tu subida. Gracias y a seguir subiendo!

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